Hace poco me mudé y estaba feliz, debido a que dejé atrás la mala vida. Vivía en un lugar en donde la violencia era el pan de cada día. Pensé que en el nuevo lugar estaría en paz, pero me equivoqué al lado de mi casa se mudó una pareja joven y allí hay fiestas todos los fines de semanas.

Eso me tenía harta y puse la queja ante las autoridades; sin embargo, resulta que el muchacho de esa casa se dio cuenta y cuando me quiso reclamar en vez de exigirme cuentas me quedó piropeando.

Por supuesto, eso me puso mal, pero me gustó, ya que ese chico es todo un hombre, tiene un buen cuerpo y se ve maduro. Está "tuti tuti" o sea delicioso.

Moza, disculpe, pero es que me dejó mal.

Ahora, solo hago el teatro de que me molestan. Yo tengo esposo, a él le digo que detesto a mi vecino, pero por dentro lo deseo.

Hasta el momento no ha pasado nada serio, porque en casa siempre hay personas. ¿Qué debo hacer, Moza?
Luz

AMIGA, AMIGA
Estás jugando con fuego y te puedes quemar. Es hora de que te pongas un límite y digas no más. Tienes esposo y aunque no lo creas lo estás traicionando.

Debes hacer un balance de todos los problemas que puedes ocasionar, si sigues con ese relajito. Basta y sé que puedes lograrlo. Evítalo y piensa en tu familia que no merece que sigas con esos pensamientos.

Sé que será difícil, pero debes hacerlo por su bienestar. Son dos familias que saldrán afectada y eso no es justo.

Dedícate a hacer actividades fuera de casa para que se te olvide ese gusto, verás que lo podrás hacer, solo inténtalo. No desmayes y salva tu matrimonio.