Iris Castillo, quien asistió a las playas en compañía de su esposo, fue a un restaurante a almorzar y al pedir el menú quedó sorprendida al ver que un plato de "deditos de pescado" costaba ocho dólares y el plato de pescado frito con patacones y ensalada tienen un costo de diez dólares.

"Esto es un abuso, entiendo que es un sitio turístico, pero no amerita que especulen con los precios", manifestó la afectada quien salió del lugar sin comer.

En tanto, dueños de locales comerciales manifestaron que el alza de los precios obedecen a que los productos hayan subido de precio. Agregaron que "la situación económica del país también alcanza a sus negocios".