Ojo, no soy missiólogo, ni lo quiero ser, soy un panameño que ve televisión y tengo mi punto de vista.

Cómo es posible que estas niñas, a pesar de que les dieron los temas de los lugares turísticos que les iban a preguntar en el reto, salieran con sandeces de este tamaño.

Cuando abrían la boca, salía mucha "inteligencia" de cada una de ellas, respondiendo cosas sin sentido, y ni para improvisar, porque pudieron utilizar los nombres de lugares y crear una historia que se asemejara al destino.

Lo divertido era que en el Teatro Ascanio Arosemena, donde se realiza el programa y que lo veían por casa, se burlaban de cada una de ellas después de responder.

Chicas, pongan de su parte, ¿querían ser reinas?... ¡tiren besitos ahora!

Repito, lamentablemente si Carolina Dementiev entra nuevamente al concurso, gana.

Al César lo que es del César, no es por quitarle créditos a ninguna de las chicas que participa, porque si están allí, es porque el jurado vio algo "exótico" (como dicen ellos) en cada una de las participantes.

Lo malo del concurso es ver a las "misses" en las calles con alcancías buscando plata para que voten por ellas y no ser eliminadas. ¡Qué feo!

Señores de MEDCOM, ¿creen que es justo hacer que una participante de un "concurso de belleza" baje su perfil de una "miss" buscando plata de puerta en puerta? ¡Allí se ve el negociado!

En años anteriores, he visto que las misses panameñas hacen actividades en su casa cuando se van para el concurso internacional, porque no reciben mucho apoyo cuando viajan. Pero no entiendo por qué ellas tienen que estar en eso, si por ellas existe el programa que les da audiencia.