No sé si a usted le esté pasando lo mismo, pero he llegado al punto de que no quiero ver los noticiarios locales ni los shows dizque de opinión ni entrevistas porque no siento que me informan, siento 'dobles discursos', en algunos, evidentes relaciones públicas, en otros campañas a favor o en contra y, lo peor, en casi todos, viendo cómo sus talentos principales a cuadro toman partido de un lado o del otro.
Esto es triste y delicadísimo porque los noticiarios tienen una obligación con la audiencia: Informar un hecho. Tienen la responsabilidad de buscar todas las partes de la información, darle el mismo 'tiempo aire' para escucharlos, buscar opiniones de gente calificada externa al tema, que dé un balance y dejar que nosotros, la audiencia, saquemos las conclusiones porque ni somos estúpidos ni brutos ni imbéciles que no sabemos identificar cuando son campañas de apoyo o de destrucción.
Analice usted lo que nos están ofreciendo las cuatro pantallas en sus seudo informativos y podrá notar claramente la ausencia de balance en su contenido. Todos incluyendo los medios impresos- se escudan en la excusa de "intentamos conseguir la reacción de... pero no recibimos respuesta". Un periodismo serio y responsable, no intenta, la busca hasta encontrarla y si no la tiene, busca alternativas para que no quede ni una fisura periodística ni duda alguna en quienes nos sintonizan.
Los noticiarios matutinos se han convertido en corregidurías donde sus conductores son jueces y partes. Aquí se ha olvidado el respeto a la figura del 'anchor' y ellos "quieren" ser parte de las noticias. Al mediodía, cualquiera lee noticias. Vemos cómo la inexperiencia se apodera de esos noticiarios y a la audiencia nos toca escuchar a personas que ni saben leer ni saben locutar ni saben improvisar.
En los estelares, en su afán de competir (no por calidad de contenido), nos saturan de notas viejas, sangrientas, sin peso, sin contenido y otras hasta inventadas solo para rellenar y hacer alarde de "exclusivas" que no son más que rellenos.
En los canales "aliados al gobierno" las relaciones públicas a borbotones hasta asco dan. ¿Y La noche? ¡Para los perros! Resúmenes de los resúmenes de los resúmenes, y en otro, un cascaroso grande haciendo de la información un mal chiste donde a una de sus co-presentadoras la usan como payasa de circo barato y ella ríe y aplaude.
En los shows de opinión, dizque análisis y entrevistas, le dan licencia a gente (de antes y de ahora) sin moral alguna, sin credibilidad y con pasados y presentes muy cuestionados, para hablar de corrupción, de libertad de expresión y se hacen llamar analistas o expertos cuando lo que deben llamarse es: ¡Descarados, caraduras! ¡Ya basta!
Una audiencia bien informada, es una audiencia con poder. Apelo a que regrese el profesionalismo y balance en los informativos del país. Todo lo demás es patético show, todo lo demás es irresponsabilidad, todo lo demás es irrespeto y así nadie se informa y, por ende, la ciudadanía pierde su poder. Yo quiero informarme. ¿Usted?
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