SECCIONES
DE INTERES
  enviar por email versión para imprimir
  OPINION
¡Qué semana!

Eduardo Soto | DIAaDIA

Todo terminó. Fueron siete días de palmitas verdes, agua y aceite, de cruces, de sangre, candela y misticismo. De pies mojados... y de hijos bravos, porque los hacían caminar las procesiones.

El gentío se reunió en torno al recuerdo de un judío diferente, de un hombre capaz de guardar silencio cuando una palabra le habría evitado la salvaje apambichada. Algunos lo creyeron medio loco, porque con ademán altivo, humilde y misterioso a la vez, se dejó matar a cuerazo y puño limpio.

Joshua, el hijo de María... Ese que, dicen, lloró por su amigo, un tal Lázaro; la luz en el agua sucia de este pozo sin fondo al que llamamos planeta Tierra.

Mientras unos rezaban, otros bebían guaro, sin camisa ni vergüenza, en el porche de la casa. Y el Domingo de Pascua, una recua de borrachos se puso los santos al hombro y corrió por el pueblo celebrando la Resurrección, con una algarabía digna de un palenque. ¡Qué vaina!

Muertos en las carreteras. Secuestros. Robos. Damnificados por el fuego en San Felipe. Mujeres golpeadas y Miguel Callist en la lona. Miedo por lo que se viene encima, porque nadie cree que el Gobierno se quedará de brazos cruzados, mientras pierde las elecciones. Sí, también fue una semana de miedos.

También hubo mucha Biblia, después de ver la película de Mel Gibson. La que hizo llorar a las mujeres de la casa... y a mí también, cuando me tope con la Virgen María corriendo para abrazar a su querido hijito que caía desangrándose, con un enorme madero en la espalda. Todo por mí.

   
 
ADEMAS EN ESTA SECCION...
Piedreros de Torrijos Carter se dedican a hurtar las tapas
La dura batalla
¡Qué semana!
La frase
¿Cuáles son los retos que tiene el panameño para lograr una comunidad más fraterna?
Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados