Gracias a la misericordia de Dios, cambió las armas para vender pastillas. Sí, así como lo están leyendo, César Flores, de 28 años, ex-pandillero de una banda en El Chorrillo, cambió su vida.
Este joven se subió en un bus a contar al público un poco sobre su vida y ofrecer su mercancía.
Al escuchar el testimonio que ofrecía a los pasajeros, DIAaDIA se acercó para conocer mucho más sobre este cambio. Flores nos contó que ingresó a las bandas desde los 11 años de edad por las malas amistades. Hace tres años, bajo los efectos de las drogas, quiso suicidarse, arrojándose del tercer piso de la barraca donde vive, y por temor a represalias contra pandilleros a los que en el pasado se enfrentó, saliendo ileso.
Después de haber pasado algún tiempo, sus familiares lo aconsejaron y decidió rehabilitarse en el Centro de Nueva Vida. Según él, fue en ese lugar donde decidió cambiar de vida. Ya no hará presión del gatillo del arma que por casi 17 años llevaba bajo su cintura; ahora, con una mochila negra que carga sobre sus hombros, se dedica a la venta de pastillas a 25 centavos. Con las ventas gana entre B/.25.00 y B/.35.00 diario.
Pide a las autoridades que lo ayuden a conseguir otro empleo, porque no puede mantenerse de pie por mucho tiempo, ya que en un enfrentamiento le dieron un tiro en una de sus piernas y utiliza las paradas de buses para tomar un descanso.
VALIO LA PENA
No quiere volver a las bandas, sólo quiere que el Gobierno le ayude a conseguir otro empleo.
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