Con lonchera y todo. No todo fue cuadernos y lápices, pues estos niños recibieron también unas bolsitas con jugos, galletas, cereales, "snacks", pastillas y dulce.
La felicidad era notable, los niños tomaban sus bolsas e inmediatamente abrían sus "loncheritas" para comer.
Jorge Matías, morador de la barriada Emmanuel, manifestó estar contento por todo lo que recibió. Mientras se comía su dulce de vainilla acompañado de su jugo de uva, contó que con estos útiles nuevos está más entusiasmado por iniciar el primer año de secundaria.
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