Meses atrás, DIAaDIA conoció a la señora Edilsa Boniche en una feria de salud en Kuna Nega, allí ella dio a conocer los principales problemas de los residentes de su comunidad Villa Cárdenas, en especial los niños y niñas que, debido a los escasos recursos, aún no tenían útiles para ir a clases.

Días después, llegó una llamada inesperada. Y es que una donación de kits escolares había llegado a la redacción de parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días , y Villa Cárdenas fue una de las tres comunidades escogidas para la entrega.

Fueron horas de sol que aguantó la señora Edilsa para ir de casa en casa haciendo un censo para contabilizar a todo aquél que entraría a la escuela. Increíblemente, ella se organizó y en dos días ya todo estaba listo.

Eran las 10:00 a.m., cuando llegamos a la comunidad de Villa Cárdenas, ese lugar que está a pocos minutos del centro de la ciudad, pero que pareciera estar a horas por la cantidad de problemas que presenta. Aún así, hay tiempo para que los pequeños tengan una sonrisa en el rostro.

Ellos estaban emocionados, no les importó tener que cargar las cajas bajo un fuerte sol por la calle de tierra, pues la satisfacción de poder entrar a la escuela con lo necesario para hacer sus tareas era más grande.

TAMBIEN LES LLEGO LA SORPRESA
La cita en la barriada Emmanuel en Tocumen fue a las dos de la tarde. Bajo el resplandeciente sol, decenas de niños junto a sus padres esperaban ansiosamente la llegada del carro que llevaba las donaciones para ellos.

El contacto para este lugar fue la señora Griselda Caballero, una moradora del área quien contó la situación de estos niños de padres humildes que tienen todas las ganas de estudiar, pero por problemas económicos algunos no logran completar los útiles.

Al igual que en Villa Cárdenas, cuando se llegó al lugar fueron sonrisas y rostros de alegría lo que nos recibió. Entre los infantes estaba Nadiuska, una niña de cinco años que sufre de una parálisis leve. Ella asiste a la escuela Ricardo Miró y hoy ingresará a primer grado. Su madre, la señora Elizabeth Serrano, confesó que para ella ha sido difícil, porque sus ingresos no son muy altos, pero la felicidad que le transmite su hija es la fuerza que la inspira a seguir luchando.

La madre detalló que casualmente le pidieron dos cuadernos grandes para la escuela, los que ahora no tendrá que comprar y gastar de su bolsillo, gracias a esta donación. Comentó que no había comprado nada para hoy.

Durante la entrega, los niños comprendieron la importancia del estudio como vía a la superación y éxito, pues antes de ambas entregas se realizó una pequeña charla en la que los pequeños se mostraron muy participativos, y todos coincidieron en que hay que estudiar para poder salir adelante.

Gracias a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y su programa Manos que Ayudan, se logró equipar a los estudiantes, a través de DIAaDIA, cuya responsabilidad para con los lectores va más allá de la noticia.

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