Sudó la gota gorda.
El suizo Roger Federer derrotó ayer al belga Olivier Rochus por 4-6, 6-2 y 6-3 en la primera ronda del Abierto de Estoril, aunque no se sintió cómodo en su primer encuentro de la temporada sobre tierra batida.
Federer sufrió más de lo esperado en el retorno a esta superficie, en la que desea mejorar de cara a Roland Garros, por lo que pidió ayuda al técnico español José Higueras, que ya dirige sus entrenamientos en el complejo del Estoril.
|