Se trata de la señora Briseida de Murillo, quien trabaja rodeada de libros, pues ella es la encargada de la biblioteca del Instituto Rubiano (IR), profesión que, a pesar de que no estudió, pues se graduó de maestra de Educación para El Hogar, ha ejercido con mucho empeño. Ella asegura que le gustan mucho los libros y a pesar de que la tecnología los ha querido reemplazar, nunca lo logrará.

Trabajar en una biblioteca como la del IR no es fáci, pues cada libro debe tener una codificación para buscarlo en el lugar indicado. Además, se debe tratar con estudiantes y profesores de caracteres diferentes. Pero la señora Briseida afirma que se siente satisfecha, porque con su trabajo puede ayudar en la formación profesional de los jóvenes.

También ha podido ayudar a su esposo en la educación de sus dos hijas, de 24 y 26 años, y que ya son unas profesionales.

"Cada vez que tengo la oportunidad asisto a seminarios para capacitarme, porque nunca se deja de aprender", expresa la bibliotecaria, a quien le encanta leer sobre todo libros de historia y superación personal como los de su autor favorito el mexicano Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

Por medio de su trabajo, Briseida también ha tenido la oportunidad de ayudar a muchos estudiantes, lo que la llena de satisfacción cuando se encuentra en la calle con personas que a pesar de los años de haberse graduado del colegio la van a saludar. "Mi satisfacción más grande es que aunque no me acuerde de ellos me saludan y me dicen que ya son profesionales", expresó. No sin antes aconsejarle a los jóvenes que estudien, que se superen y aprovechen la oportunidad que muchos no tienen.

HERENCIA
Como dato curioso, Brizeida reveló que en su familia todos leen, una noticia positiva hoy en el Día del Idioma.