La comunidad de Chitra, en el distrito de Calobre, es considerada una de la más apartadas del país. Está ubicada en el centro de las Cordilleras Centrales de Panamá y por esta o por alguna otra razón, se mantiene en un letargo. Para empeorar, son pocas las comodidades a las que tienen acceso sus habitantes.
Chitra es de tierras fértiles, pues se producen porotos, vegetales, tomate, ajíes y donde frutas como la naranja y mandarinas son de gran tamaño y buen sabor.
TRAVESIA
El difícil acceso y su alejamiento de las áreas urbanas impide que estos productos sean comercializados, ya que todos se pierden ante la mirada triste de los campesinos.
Varios gobiernos les han prometido construir o modificar el acceso a esta región, pero sólo queda en palabras.
El verano es la única época para llegar a este sitio, ya que en temporada de lluvias es una odisea.
Los maestros sólo pueden viajar de mes a mes a sus hogares, porque los caminos están muy deteriorados.
PENURIAS
Cuenta la maestra Marina Guevara, de la Escuela de Loma Llana, que la vida en estas regiones es difícil. No hay transporte ni puestos de salud, cuando alguien se enferma las personas se organizan y lo sacan en hamacas al pueblo de La Yeguada. Hay que caminar más de seis horas, subir empinadas lomas y cruzar caudalosos ríos y quebradas.
En la Escuela de Pandura, la situación es peor, dice su maestro Fermín Santamaría, pues deben caminar dos horas por laderas peligrosas, cruzar quebradas y ríos caudalosos. En el invierno, los estudiantes no pueden llegar a la escuela por la crecida de los ríos.
La construcción de vías de acceso, puentes y visitas periódicas de salud están entre las necesidades más urgentes para estas y otras comunidades.
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