Si los mártires hablaran... no sólo contarían parte de la historia, sino todo lo que sucede en el monumento a los mártires del 9 de enero de 1964, que erigieron en su honor y que está ubicado frente a la Asamblea Nacional de Diputados. Este se han convertido en un push-bottons al aire libre.
Para colmo de males, el Pabellón Nacional que ondea en la cima de este monolito, parece un trapo de fogón por lo negro que está.
“¡Bandera de la patria! Sube..., sube hasta perderte en el azul... Y luego de flotar en la Patria del querube; de flotar junto al velo de la nube, si ves que el hado ciego en los istmeños puso cobardía, desciende al Istmo convertida en fuego y extingue con febril desasosiego a los que amaron tu esplendor un día”.
Esta estrofa de la poesía Canto a la Bandera, de Gaspar Octavio Hernández, demuestra el amor que los grandes poetas le tenían a la Enseña Tricolor. Pero este mismo sentimiento no es compartido por los gobernantes de turno.
CONDONES Y PANTIS
En vez de apreciar un monumento bien conservado, lo que se encontró fueron preservativos usados, llenos de semen y hasta manchados de sangre.
Además, una pestilencia a heces humanas se percibía en el lugar. Al parecer, los homosexuales, que se presume se dedican a la prostitución en la avenida de Los Mártires, han hecho de este sitio un “push button”.
También se hallaron zapatos de tacones, chancletas, medias, colillas de cigarrillo, carrizos, papel higiénico sucio y hasta un cartón arriba de las plantas, que se cree es utilizado como cama.
Para conocer sobre el mantenimiento que se le brinda al sitio donde se halla este monumento, DIAaDIA intentó comunicarse con el concejal de Ancón y propulsor de esta iniciativa, Joaquín Vásquez, pero éste no contestó su teléfono celular.
MEDUCA
Según las Muchachas Guías, al Ministerio de Educación le corresponde recoger las Banderas que ya no sirven.
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