Ya están libres, pero aterrados. Ayer, los hermanos Próspero y Ariel Ortega fueron trasladados al interior del país, tras cumplir el pasado mes de marzo su condena de 40 meses de prisión. Ambos fueron condenados como responsables del accidente ocurrido el 23 de octubre de 2006, donde fallecieron 18 personas calcinadas y otras personas quedaron con quemaduras en su cuerpo, pues viajaban en el bus 8B-06, en la vía Martín Sosa.
Valentín Jaén, abogado de los hermanos Ortega, dijo que sus defendidos atraviesan por problemas sicológicos, tras el terrible accidente.
Alexis Miranda, amigo de los ex condenados, expresó que ya los hermanos Ortega cumplieron la condena y abogó por una oportunidad para que rehagan su vida.
Hace días un fallo de la Corte Suprema eximió de responsabilidad en el pago de indemnización a la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre y el Estado. En tanto, David Ramírez, del Movimiento 23 de Octubre, aseguró que es cierto que ellos tuvieron culpa en ese hecho, pero no son los únicos, ya que no han sido llamados el resto de los involucrados: los propietarios de F&Icaza, que vendió el bus; el ex director del Banco Nacional, Bolívar Pariente, los responsables que instalaron el aire acondicionado al bus 8B-06, entre otros.
NO DESISTEN
Afectados y familiares irán personalmente a la Corte Internacional de Derechos Humanos a exponer el caso.
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