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  domingo 29 de abril de 2007 enviar por email versión para imprimir
  IMPACTO
De fiesta dos barrios históricos
En San Felipe se están restaurando algunos edificios. (Foto: Omar Batista / EPASA)

Joyce Baloyes Lobo | DIAaDIA

Comparten la historia y sus necesidades. Los corregimientos de Santa Ana y San Felipe, hoy celebran su aniversario No. 92.

La vida de sus pobladores transcurre con problemas comunes: la falta de viviendas decorosas, el desempleo y la delincuencia.

Justo hoy, San Felipe, Calidonia, Santa Ana y El Chorrillo, estos cuatro antiguos barrios de la ciudad, fueron decretados corregimientos cuando en 1915, bajo la presidencia de Belisario Porras, la ciudad estaba dividida en cuatro mediante el Acuerdo Municipal No. 6 del 29 de abril de 1915.

SU CREACION
La historia de San Felipe es incomprensible, si no se toma en cuenta el sitio arqueológico de Panamá la Vieja, que fue fundado por Pedrarias Dávila en 1519 y destruido en 1671 y, posteriormente, abandonado. Fue allí­ cuando empezó el traslado de la ciudad a un lugar más saludable con mayores posibilidades de defensa y un mejor puerto.

Panamá la nueva se fundó formalmente el 21 de enero de 1673. En la planificación prevaleció lo militar sobre lo civil, con una traza reticular, plaza mayor, iglesias, conventos, edificios de gobierno y casas de élite, que se hicieron dentro de una gran muralla, que se destruyó y mejoró hasta el final del Periodo Colonial.

La muralla tení­a macizos baluartes, un foco con su contraescarpa y una gran entrada (la puerta de la Tierra).

LOS DE AFUERA
Este nuevo emplazamiento de la ciudad, dio pie para que afuera de la muralla empezaran a tener vida los pobladores "del arrabal o extramuros", integrados por las clases pobres y marginadas.

No obstante, para el siglo XVIII el arrabal de Santa Ana fue creciendo en población y extensiones, hasta construirse uno de los barrios más tí­picos de la ciudad. Sus habitantes escogieron a Santa Ana por ser la patrona de los humildes, los negros, mulatos, mestizos y los blancos pobres desplazados.

SE ENCIENDE EL ARRABAL
Santa Ana fue siempre el arrabal de San Felipe. Tuvo su auge cuando las rutas de comercio tení­an al barrio como lugar de tránsito. Cuando estas rutas decayeron, también lo hizo Santa Ana.

Cuando se erigió formalmente la Iglesia de Santa Ana en 1764, no existí­a el histórico Parque de Santa Ana, que fue por muchos años lugar ideal para debates polí­ticos, actividades sociales y culturales, y hasta para elecciones presidenciales. En sus calles vivieron personajes como Carlos A. Mendoza, Domingo Dí­az y el propio Arnulfo Arias.

Los datos históricos dejan claro que la población del arrabal de Santa Ana despierta para el siglo XVIII, y demostró su espí­ritu de rebeldí­a durante los años de Unión a Colombia. Además, se dan las protestas contra la oligarquí­a criolla gobernante de esta parte de Nueva Granada.

Fue en el Parque de Santa Ana, donde se levantó en contra de la oligarquí­a el movimiento que se conoce como la Lucha Inquilinaria de 1925.

CADA UNO CON SUS PROBLEMAS
Omar Vásquez, comisionado de vivienda y salud de la Junta Comunal de Santa Ana, reconoce que los mayores problemas son de seguridad, que ha mejorado mucho con los años.

De las más de 40 casas condenadas que existen, han focalizado como crí­ticas a 8.

El inicio de la época lluviosa los motivó a realizar un censo, para enviarle al Ministerio de Vivienda un informe con el estado de las viviendas.

Las que más le preocupan son: la casa 1236, ubicada en calle B; la 810, en calle C; la casa 12-12 en avenida Ancón; 1442, 1430 y 13A-45 en la calle Carlos A. Mendoza (El Barrio Chino) y la 1089 en calle H.

Una de las cosas que quiere hacer la comunidad es rescatar los clubes de fútbol que habí­an en la avenida Ancón. Se trataba de los clubes Cuatro Esquina y el Pací­fico, de donde salieron glorias del fútbol.

SU BARRIO
Roberto Aguilar, conocido como "Cotito o Tatatá", tiene 67 años de vivir en Santa Ana. Hoy sentado en el portal de un caserón en avenida Ancón, recuerda con nostalgia el Santa Ana de ayer y lo compara con el de hoy.

Lo que más le entristece es la delincuencia que hay en el sector y trae a la mente los tiempos de niño cuando asistí­a al Oratorio Festivo. "Tení­amos que ir a misa todos los domingos, desayunar para luego jugar fútbol, eso ya no se ve", acotó.

"A mí­ me criaron con respeto a los mayores. Mi abuela decí­a: 'Cotito me faltó el respeto'; por lo que me daban unos rebencazos", afirmó.

Agregó que la educación empieza en la casa; si no la hay, se pierden los valores. "De eso carece mucha gente", acotó.

LOS DE ADENTRO
La maestra Marí­a Uter, en uno de los cuartos del edifico La Boyacá, saca cada uno de los recuerdos de sus años mozos en su popular barrio de San Felipe.

Ella no alcanzó a vivir como los de adentro, pero su madre sí­, que fue criada por Alfredo Alemán y su esposa Laura Arjona.

Pero la "Teacher", como es conocida popularmente, recuerda que ella y otras dos niñas eran las únicas negritas que viví­an en San Felipe y jugaba con las "rabiblancas".

Afirmó que su madre la mandaba a las 5:30 de la mañana al antiguo Mercado Público con una libertad y seguridad. Ella sólo tení­a 10 años y nunca la irrespetaron.

Con propiedad aseguró que la crianza y la educación de antes eran las mejores.

"Hoy, en los cuadernos de los estudiantes llenos de faltas ortográficas, no se ve un gancho que demuestre que la maestra revisó el cuaderno", aseguró.

Se pone triste al ver cómo los pandilleros están al asecho de los turistas y, de paso, los niños que los quieren tumbar para quitarles plata. En la otra esquina, están las madres quitándoselas, en vez de ir a trabajar.

El 6 de diciembre de 1997, el barrio de San Felipe es declarado por la Organización de las Naciones Unidas y la UNESCO como Patrimonio Histórico de la Humanidad.

Hoy dí­a, San Felipe alberga una gran cantidad de casas que serán restauradas.

Sin embargo, Santa Ana tiene barracas y caserones de madera que no corren con la misma suerte.

HISTORIA
El barrio de San Felipe lo hicieron con la selección de 16 hectáreas en las faldas del Cerro Ancón, área denominada "Sitio de Ancón".

Esta ciudad fue protegida por una muralla polí­gona construida en 1688, hecha de cal y canto. Iniciaba en Las Bóvedas a orillas del mar y recorrí­a calle 10 ª, en un lugar llamado "Puerta de Tierra", sitio exacto donde está la Casa de la Municipalidad, que era la entrada.

 
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