Como hoy es un día donde nos van a saturar con príncipes y princesas, vamos a jugar a publicar decretos reales y coronas para los que "se creen" son parte de una realeza panameña. Sí, para esos mismos que se creen reyes y reinas de la televisión.
1. Decreto real aterricen que dan pena. Para aquellos presentadores de televisión que se creen "famosos" y en sus cuentas de twitter escriben hasta cuando se le acaba la mantequilla para el pan o la correa no le cierra. Siguen en esta red social a famosos internacionales de verdad, hablan de ellos como si fueran sus íntimos y ninguna de esas estrellas los sigue a ellos porque son perfectos desconocidos.
2. Corona arlequines reales. Para aquellos que tienen que recurrir a payasadas a cuadro y ser tomados de títeres en sus respectivos shows para sobresalir. Andrés, Gisela, Ana Lucía, René Alejandra, Calabacita, Nairobi, Gerson, tranquilos, no se sientan aludidos ni se molesten, esto es con "la última" arlequín, Carmencita.
3. Corona "dinosaurio TV". Para aquellos shows y talentos que no se resignan a salir de pantalla y sus productos no dan para más. Corona y cetro especial para Ellas y Tu...espectacular.
4. Decreto real "chabacanería Style". Para Infraganti que el 90% de sus segmentos son asquerosamente vulgares y al parecer los cerebros de sus 'creativos' no están precisamente llenos de neuronas. El segmento de la colombiana es patético...y yo que pensé que con la 'One Two' ya habíamos tocado fondo.
5. Decreto real "yo quiero salir en televisión". Para los presentadores de 'A Gusto'. No hay manera humana ni estudio científico ni corona que justifique dar la cara por esa cosa tan mala. Eso -sin ánimo de burla a las personas con capacidades diferentes- es un atentado a la pupila hasta de un ciego y lo que se escucha de sus presentadores un alivio para los sordos.
7. Decreto real "derecho de la audiencia". Reitero, queremos ver noticiarios, informarnos con ellos, sacar nuestras conclusiones y no espacios que "tratan" de influencias o informativos pasquines donde la seriedad y el respeto son lo último. Tenemos derecho a sintonizar televisión de calidad. Informativos con profesionales y con contenido balanceado. Basta de 'shows' personales de conductores, de presentadores con celulitis en el cerebro, de gente sin credibilidad y gente que denigra la profesión de periodista.
8. Corona a la ausencia de diccionarios. Alguien tiene que hacer algo, con carácter de urgencia notoria y casi como una compra directa que están de moda, con las señoras, señoritas y señores que hacen los despachos en directo en las unidades móviles. Es una verdadera desgracia escucharlos porque olvidan o, mejor dicho, desconocen, que una tonta palabra o una tilde cambian por completo el significado de una palabra u oración. El canje que reciben en los canales bien podría ser en diccionarios, libros de gramática, clases de dicción y como bono de productividad: cursos de color my beatiful con su tía Nikki de Roy.
¡Cúmplase y corónese!
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