El cadáver estaba a pocos metros de donde se había lanzado a buscar una pelota que no era suya. Al parecer, el cuerpo estaba enredado en las algas, y la poca visibilidad y las fuertes corrientes dificultaban el rescate.

Los familiares se encontraban consternados, pues no podían concebir la pérdida de su ser querido a tan corta edad, con un futuro brillante por delante. Él era técnico en electrónica y un buen atleta.

Los buzos del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) llevaban varios días en la búsqueda.