Este panameño encontró en la venta de barquillos la solución a su falta de dinero. Este negocio es muy agotador.

Aunque parezca un trabajo insignificante, no lo es, ya que luego de una larga y extenuante jornada, Elmer se puede ganar más de B/25.00 diarios y si el negocio es bueno, puede llegar a doblar esa cantidad.

La tarea no es fácil porque, a pesar de que el sol y el incesante calor son el mejor aliado para su negocio, debe cuidarse mucho para que su salud no resulte afectada, porque de lo contrario el sustento de su familia estaría en peligro.

La Avenida 12 de Octubre y en el corregimiento de Río Abajo son los lugares preferidos de Elmer porque es en ese sector en donde están la mayoría de sus clientes, los que ha logrado por ser una persona amable y atenta.

Lo mejor es que el producto que vende este trabajador informal es cien por ciento natural y es elaborado por la empresa Helados Tableños.

Como todo soñador, desea algún día tener su propia carretilla y ser así el dueño de su propio negocio.

Por el momento, le agradece a Dios que al menos tiene un trabajo noble y sobre todo honrado con el que en su hogar nunca faltará el pan, por más pobres que sean.

Lo que más feliz le hace es que con sus barquillos refresca a los panameños del incesante calor.

ECONOMICOS
Los barquillos cuestan 35 centésimos y son muy saludables.