Es agradecido. Frank Rijkaard, que dirigirá hoy ante el Mallorca su último partido como entrenador del Barca en el Camp Nou, se despidió sin rencor. A pesar de que el presidente Joan Laporta lo señaló como responsable de la situación deportiva, el holandés no quiso entrar en polémicas y dijo que había sido "un gran honor" haber dirigido el Barca.