Incertidumbre ha quedado en Río Grande de San Bartolo, luego del envenamiento de Aurelia Ríos, de 36 años, quien supuestamente antes de morir había intentado matar a su esposo, Luciano González, con la misma sopa de mariscos que ella consumió, la que estaba cargada de veneno para ratas.
Aurelia dejó una nota donde decía que si Luciano no era de ella, tampoco de nadie, sin pensar en que su compañero sentimental descubrió a tiempo el mal sabor de la sopa y acudió a recibir atención médica, en vez de ir a trabajar. Fue el perro quien la tomó y murió.
Saturnina Miranda, hermana de Aurelia, dijo que Luciano es responsable de lo sucedido porque ella estaba tranquila con su esposo y él se metió allá e hizo que se fuera con él.
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