Romario atribuye a su vasto repertorio técnico el secreto que le permite seguir jugando al fútbol a los 41 años y observa que la fuerza es una virtud de la que dependen astros como su compatriota Ronaldo.
"Ya no marco más goles que dependan de mi fuerza física. Pueden constatar. ¿Qué gol hice en los últimos años que dependiera de mi fuerza? Ninguno", explicó el jugador del Vasco da Gama.
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