Diego El Cigala, se echó a los panameños al bolsillo, pues mostró que tiene madera de bohemio.
Los aplausos no dejaban de escucharse con cada interpretación del gitano; los gritos de aquellas damas que con cada canción recordaban su adolescencia.
Los caballeros que comentaban cuántas veces ahogaron sus desilusiones con esos boleros; la alegría y emoción que aquellos rostros expresaban, fue lo que se vivió durante el concierto de Diego El Cigala, invitado especial de la Feria del Libro.
EVOCACION DEL TIEMPO
Cuando este intérprete del flamencocomenzó a cantar los boleros como "Inolvidable", "Corazón loco" , "Veinte años", que de niña yo escuchaba, vinieron a mi mente las escenas de películas muy sentimentales como las de Pedro Infante.
Era el escenario perfecto para los despechados, porque a medida que El Cigala, cantaba, el sentimiento se adueñaba de la velada.
Pero el final fue de película; terminó como lo había anunciado el cantante: con el bolero "Dos gardenias", donde el ritmo cubano junto al flamenco hacían una combinación de sonidos diferentes e inigualables, por lo que aplaudían para expresar la emoción que les provocaba tanta belleza musical interpretada por la voz del gitano.
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