Las puertas del comedor están abiertas de 12: 00 m. a 1: 30 p.m., y no sólo niños lo visitan, sino que van personas de la tercera edad a entretenerse y comerse un plato de comida.

Los niños son evaluados por el centro de salud del lugar para saber su talla y su peso. Estas evaluaciones se realizan al inicio del período escolar, para darles seguimiento a los niños que sufren alguna desnutrición, y al entrar al comedor, se les hace entrega de un carné con sus datos personales.

"Es una manera de ayudar a niños y madres que por una razón u otra no pueden cocinar al mediodía", comentó Sonia Scigliani, administradora del comedor y de la casa de la tercera edad.