Con lágrimas y un comportamiento rebelde, un menor de tan sólo 12 años le suplicaba a los linces que lo soltarán, porque él no había hecho nada.
El pequeño estaba rodeado por los uniformados y curiosos en la entrada de la 5 de mayo. Según uno de los linces, que no quiso revelar su identidad, el niño iba corriendo con unos balones y eso llamó la atención de ellos. Resulta que el menor había sustraído las pelotas de un almacén de la 5 de mayo.
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