Tome o coma porciones más pequeñas de productos lácteos, por ejemplo, la leche en porciones de una taza o menos.

Acompañe la leche con otras comidas.

Busque en el supermercado leche sin lactosa o con el menor contenido de lactosa ("lacto-free").

Sustituya productos lácteos regulares por productos de poca lactosa, como leche descremada, leche con poco contenido graso y enriquecida con calcio, requesón, yogur y helados.

Tome tabletas de la enzima lactosa antes de consumir productos lácteos o añádale gotas de la enzima a la leche. Estos productos están disponibles en las farmacias.