Expresó que este ciudadano llegó con buenas referencias del Seminario Las Tejas de Antioquia, Colombia, y se encontraba en el noviciado, por lo que no había sido consagrado.

"Es lamentable que se diga que nosotros fuimos encubridores de la verdad o que ahora juzguen a todos por igual. Reconocemos que fue una falta grave y hemos informado de todo a las instancias eclesiásticas", dijo.

Rodríguez negó que ordenó que los religiosos no se sometieran a las pruebas psicológicas solicitadas por la Fundación AMA-ME, sino que había ciertas diferencias sobre la seriedad de los estudios y había "precondicionamiento". "Nunca estuvimos ajenos a ese examen, pero no era objetivo y eso fue avalado por el Obispo de Colón, Carlos Maria Ariz", sostuvo.

Admitió que los hermanos presentaron un informe al MIDES haciendo referencia a las cosas que no se les estaba prestando atención y por lo cual ellos decidieron salir del albergue. No obstante, añadió que "la obra de Ciudadela continúa en Colón. Estamos convencidos de que esto vale la pena y al final la verdad prevalecerá".