Al momento del allanamiento en la multi 26, dos hermanos estaban dentro de apartamento, pero uno de ellos relató lo ocurrido.

Se trata de David Góndola, quien recibió 10 mil dólares por “picar” (en sus términos) a Rojas, pero dejó claro que desconocía del secuestro y quién era su víctima.

Los secuestradores no querían cargar con el homicidio de Rojas y llamaron a quienes lo asesinaron. Pautt Góndola junto a otros cuatro hombres fornidos vigilaron durante varios días al abogado Rojas.