Ayer, a las 7: 20 de la noche, la paz del Aeropuerto Internacional de Tocumen se acabó cuando se pensó que un avión de Avianca, procedente de Bogotá, Colombia, con 130 pasajeros, además de los tripulantes, tenía en su interior una supuesta bomba.
El vuelo 792, que se dirigía a México, D.F., solicitó asistencia a las autoridades de Aeronáutica Civil para realizar un aterrizaje de emergencia.
Efectivos de seguridad del aeropuerto procedieron a hacer la inspección adecuada de los pasajeros y equipaje a bordo, debido a una llamada anónima. Luego de verificar que estaba limpio, siguieron su itinerario.
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