No la quieren. Los padres de familia, maestros y estudiantes de la escuela Carlos A. Mendoza, ubicada en Veranillo, se pintaron de guerra.
Los enfurecidos acudientes, con pancartas en mano, cerraron ayer la calle frente al plantel, para exigir la destitución de la directora del centro educativo, Leyanie Castrellón.
Ronald Aranson, vocero de los afectados, expresó que la directora utilizó la escuela para hacer cultos todas las noches.
Otra de las quejas es que la funcionaria tiene tres meses de vacaciones y para rematar, sólo va dos veces a la semana porque trabaja en una escuela privada. "Debido a esa situación, no atiende las necesidades de los estudiantes como: un salón de informática, un comedor y que limpien las áreas verdes, porque la hierba está alta", afirmó.
Mientras, el maestro Luis Garzón, quien denunció todos los abusos que cometía la directora, llevó la peor parte, porque fue trasladado a una escuela de difícil acceso en Darién. Ahora, los padres solicitan que sea restituido en su puesto.
La supervisora de la Regional de Educación de San Miguelito, Chilibre y las Cumbres, María Lourdes Santamaría, se presentó al plantel y dijo que iniciarán una investigación.
Mientras tanto, los padres no enviarán a sus hijos a la escuela.
DESAPARECIDA
En la reunión de los padres de familia, Policía Nacional y Defensoría del Pueblo, la directora no estaba en el plantel.
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