Le escribe una mujer que hace poco no sonríe y todo lo que le rodea es malo. Me he puesto amargada y no veo la felicidad en nada.

Toda mi desdicha comenzó cuando conocí a un hombre con quien tuve un hijo. Mi pequeño es lo único bonito que tengo en mi vida.

Cuando ese hombre supo que estaba embarazada me comenzó a tratar mal, y cuando nació mi bebé me abandonó. Nunca ha querido compartir con el niño y eso me tiene mal porque, sea como sea, es el padre.

Por otro lado, me acabo de enterar de que hace un mes tuvo un hijo con una chica que trabajaba conmigo. Eso me ha llenado más de amargura y no entiendo por qué, si ya tengo tiempo de haberme dejado con él.

Tanto odio no me deja salir adelante, no busco trabajo y tampoco nadie me buscan para hacer camarones, en fin, me veo a gatas para salir adelante. Verdaderamente mi vida es un caos. Moza, ayúdeme, estoy acabada.

Lucía

QUERIDA LECTORA:
Ya diste el primer paso que fue buscar ayuda, eso está bien. Tu problema es el odio y la amargura que tienes en el alma, verás que una vez saques eso de tu vida, todo tendrá sentido. Comienza a buscar a Dios, ora mucho para que te ayude a ver las cosas diferentes, tienes que tener mucha fe. Sé que lo puedes lograr, solo tienes que ser constante. El odio solo te daña a ti misma. No está mal buscar ayuda profesional para que te guíe. Lo bueno aquí es que tienes ganas de cambiar.

Mientras tanto, elimina de tu mente esos pensamientos negativos. Ocupa tu tiempo en actividades productivas, busca un trabajo y cuando lo encuentres, eso te mantendrá la mente ocupada y pondrás tu corazón a luchar por lo que vale la pena.