El baile congo es una de las manifestaciones folclóricas más importantes, distintivas y coloridas de la etnia negra, localizada en su mayoría en la provincia de Colón. Este baile tiene una representación burlesca, no sólo por su forma de bailar, sino también en la vestimenta, expresa Edmundo De La Cruz, jefe del departamento de folclor del Instituto Nacional de Cultura.
Los padres son los encargados de conservar esta hermosa tradición a través de los niños y niñas, con la finalidad de que estas expresiones autóctonas y características de los colonenses no se pierdan, y que se mantengan vivas, de generación en generación, tanto en la Costa Arriba como en la Costa Abajo de la provincia.
Según nos cuenta el señor Edmundo, los pequeños, en un principio practican el baile por imitación, y a medida que van creciendo, lo hacen con mucho respeto, mientras aprenden que lo importante es no abandonar el legado de sus ancestros.
SU VESTUARIO
Los negros esclavos eran personas de escasos recursos, y cuando tenían que bailar, como no contaban con dinero para comprar vestuario, utilizaban los retazos de la gente de dinero. Es por eso que los vestidos congo, tanto de niños como adultos, son hechos de retazos de diversas telas, lo que lo convierte en un vestuario sencillo y humilde, afirma De la Cruz.
A diferencia de los hombres, la mujer lleva una pollera de dos piezas, una camisa con arandina y un pollerón hecho de retazos.
Los hombres utilizan la ropa al revés, un sombrero de estopa de coco adornado con conchas, espejos y se pintan la cara con carbón, explica el entrevistado.
Por si no lo sabía, De la cruz comentó que el baile congo se realiza con los pies descalzos, como símbolo de la relación del negro con la tierra. Esto conserva el orgullo de ser negro, a través de la danza, la música, la cultura y la tradición.
EL BAILE
La tradición de los bailes congo de la cultura afro panameña surgió en la costa caribeña, tras las fugas de los negros traídos por los colonizadores europeos. La danza es una mezcla de movimiento, sonidos fuertes, cantos, burlas, que comunican entre ellos una mezcla de inglés, español y francés, aunque también hablan al revés.