Dos goles de Agüero a los 46 y 85 minutos, y uno de Angel Di María a los 39, confirmaron en el marcador la superioridad del equipo que dirige Hugo Tocalli, sobre un rival que en la segunda parte apeló a las faltas para atenuar los ímpetus de sus movedizos y creativos rivales.

Argentina resolvió de manera contundente un encuentro que tuvo pasajes brillantes en el juego de la formación argentina, en la que destacó otra vez el punta del Atlético de Madrid, que suma cinco tantos en la competición.

Argentina expuso ambición ofensiva desde el comienzo con numerosas combinaciones entre Agüero, Moralez y Di María, neutralizadas casi siempre por los polacos dentro de su área.

En algunas ocasiones el equipo sudamericano abusó del juego corto y de los regates frente al cerrado bloque defensivo europeo, y daba la impresión de que quería llegar con el balón dominado hasta la línea de sentencia, donde los esperaba una muralla.

CONTROL
Los argentinos mantuvieron el orden, organizados desde el medio por Ever Banega.