Cientos de niños de diferentes escuelas, de la ciudad de Santiago, desfilaron por las principales calles hasta llegar a La Placita San Juan de Dios. Allí, todos parecían estar muy contentos.
Pero a Carlitos Batista, de 10 años, de la escuela El Embalsadero, se le notaba la tristeza pese a que estaba cargando la Bandera Nacional.
El niño vestido de uniforme reglamentario, no sonreía como los demás; para él, era importante que el resto de sus compañeritos también disfrutara de este día.
Entre palabras dijo que se quedaron, porque no todos pudieron asistir a la fiesta para el Día del Niño, ya que no tienen dinero. Sus padres son muy humildes.
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