Digo vergonzosa, porque resulta insólito aceptar que el cuerpo técnico de un club con tradición como Plaza Amador, quien es el actual campeón del torneo, tenga que improvisar como lo hizo el timonel Ricardo Buitrago en el segundo tiempo.

Tras la salida por golpe del arquero Rogelio Igualá, "Halcón" se vio obligado a ubicar al mediocampo Francisco López en la portería, pero éste luego cometió una falta a Percibal Piggot, que no sólo le costó el penal que a la postre le dio el triunfo a Tauro, sino que lo sacó del partido, pues ya tenía tarjeta amarilla. Ante el inesperado inconveniente, el técnico tuvo que escoger a un jugador de cuadro para que cuidara el marco. El elegido fue el artillero César Aguilar, quien en una posición inusual demostró por qué fue elegido el jugador más valioso de la final pasada. El delantero se fajó como un verdadero guardameta y evitó que los rivales ampliaran la ventaja. Tras finalizar el partido, nos enteramos que Plaza Amador no tenía más portero. Esto es lamentable, señores. Hace poco el señor Rubén "Califa" Moreno, aseguró que para esta temporada no había nada que subsanar, porque nunca hubo problemas económicos con los jugadores. ¿A quién quieren engañar? Sean más serios.