Una vez más volvieron a sacar esa casta de campeones que tenían escondida en lo más profundo de su ser para regalarle otra alegría al pueblo panameño.

Anoche, nuestro seleccionado mayor salió a jugar con la misma garra, entrega y confianza que en los partidos anteriores para nuevamente hacer sentir ese orgullo panameño en el resto del orbe.

El primer tiempo fue inolvidable. Panamá tocó, administró y recuperó el balón para luego volcarse al ataque, consiguiendo así los dos tantos espectaculares con los que se fueron al descanso.

Esas dos sorprendentes maniobras, primero la de "Patón" y luego el taconcito magistral del gemelo colonense Jorge, sin lugar a dudas fue lo que selló el triunfo.

Con esa ventaja en su poder, el once criollo salió pasivo en la segunda parte, pero se encontró a un conjunto cafetero que vino dispuesto a recortar el marcador y lo logró, pero gracias a Dios volvimos a contar con un Jaime Penedo que se lució en el marco y detuvo varias jugadas claras de gol.

Ahora están en la final y lo consiguieron a base de lucha y esfuerzo. ¡Felicidades!