Moradores de la barraca, junto a personal de la Junta Comunal, cambiaron los pisos, balcones y hasta repararon las fugas que había en las tuberías de agua potable, al igual que el sistema de aguas servidas.

Fernando Escobar, uno de los residentes, explicó que todos están satisfechos con las respuestas que han recibido, ya que desde hace tiempo las habían solicitado, porque las condiciones de los pisos y balcones eran malas. Además se estaban convirtiendo en un peligro para los que viven en el segundo piso, aseguró.

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La casa consta de 100 cuartos, donde residen 700 personas, de los cuales 170 son menores.