Levantaron su voz de protesta. Eso fue lo que hicieron las mujeres que están privadas de libertad en el Centro Femenino Nueva Esperanza, en Colón, porque consideran que las tienen abandonadas.
Las internas gritaban, desde las ventanas del penal, que no ven una administración que atienda los problemas que allí tienen.
Una de las privadas de libertad dijo que una de las mujeres detenidas allí tuvo complicaciones en el embarazo y perdió al hijo, porque no les brindan la atención que necesitan.
También, las internas del Centro de Rehabilitación se quejan porque no pueden salir a atender sus citas médicas y por la preferencia para algunas detenidas. Sin embargo, el director del penal, Manuel Ceballos, contestó que tiene una política de puertas abiertas y recibe las solicitudes que se presenten. Recientemente, la ministra de Gobierno y Justicia, Roxana Méndez, visitó a las internas de este centro y se comprometió en hacer cambios que las beneficien.
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