La iglesia colonial, estaba a su máxima capacidad. El pueblo de Parita esperaba pacientemente a las 9:30 p.m. del pasado martes, la salida de la procesión para honrar a su patrón, Santo Domingo de Guzmán. A diferencia de otros pueblos, en éste la misa se realizó ayer y fue oficiada por el párroco Gilberto Villarreal.
Cientos de pariteños y visitantes caminaron las principales calles del lugar, tras la imagen del Santo. Unos portaban velas, otros banderolas y algunos rezaban el rosario. También ofrecían sacrificios caminando descalzos.
En sus inicios, este pequeño poblado habitado por españoles, se llamó Santa Elena. Pero su nombre fue cambiado en honor al cacique Paris radicado en el sitio a la llegada de los españoles. El templo es ahora Patrimonio Histórico Nacional, según comentó Nicanor Villarreal, un estudioso de la cultura del pueblo.
Cuenta la historia que Domingo, salió de su casa a los 14 años para ir a vivir con un tío sacerdote en la ciudad de Valencia, España; ahí trabajaba y estudiaba. Posteriormente, se ordenó sacerdote.
Domingo creía en la evangelización de los herejes, por eso pasaba su vida en contacto con Dios a través de la oración y asistía a los pobres, hasta el punto que vendió hasta lo más preciado para él como eran sus libros religiosos, que entonces eran escritos a mano. Fundó la orden de los "Padres Dominicos", pero antes había fundado, "Los Predicadores".
Las fiestas de calle apenas empiezan con la colocación de la barrera de toros en la Plaza Colonial, este trabajo se realiza con cuidado ya que el lugar es Patrimonio Nacional.
La barrera se hace de cañazas en las calles adyacentes a la plaza y los portales de las casas sirven de barrera.
Desde mañana, amenizan las noches los conjuntos típicos de Nenito Vargas, Samy y Sandra Sandoval y el domingo culmina la fiesta con Ulpiano Vergara.
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