¿Se han puesto ustedes a pensar en los "líos" en que nos metemos los conductores con las nuevas carreteras a cuatro carriles? Yo sí, y a veces, me sacan de quicio.
A ver. Normalmente transito por la vía Cincuentenario, camino a mi trabajo, desde La Chorrera a la capital y viceversa.
Al regresar a mi casa, a menudo tarde en la noche, no hay manera de que los que conducen por los carriles de ida hacia la capital, comprendan que hay que bajar las luces para no encandilar a los que regresan. Si la carretera fuera de dos carriles, de seguro lo harían.
Otro dolor de cabeza son los conductores de mulas. Ahora se les ha metido en la cabeza que el carril izquierdo es para que sus pesados vehículos transiten. ¡Quién les ha dicho semejante cosa! Ellos deben transitar por el carril derecho y rebasar cuando realmente pueden hacerlo, no de manera intempestiva, metiéndose a como dé lugar entre los carros pequeños, para luego provocar tranques y accidentes.
¡Ah! ¿Se han dado cuenta de lo que ocurre cuando las inmensas mulas cargan en sus "mesas" equipo pesado? Hay una regla que indica que cuando se lleva este tipo de cargas gigantescas, pesadas y peligrosas, debe ir un auto adelante para que vaya advirtiendo a los conductores que van por la vía contraria del peligro.
Bueno, esa es la regla, pero resulta que ahora, con los dos carriles en una misma dirección, ese vehículo que advierte del peligro, debe ir detrás y no adelante. ¿A quién le indican que hay peligro, si no hay carros que vengan en vía contraria? Obviamente, los que van detrás, que son los que rebasarán por el carril izquierdo, son los que están en peligro. ¡Pero los conductores "de advertencia" todavía no lo han comprendido! ¡Los policías de tránsito tampoco!
Y la clásica: Los que transitan por el carril izquierdo a 60 kilómetros por hora. Esos son los que realmente provocan los accidentes. Todo el mundo va con el tiempo medido para sus trabajos y éstos atrasan a todo el mundo. Por eso, hay quienes se tiran por el hombro y, al final, quedan metidos en una cuneta. ¿Creerá el jefe esta excusa cuando la persona llega al trabajo?
Señores, adaptémonos a los cambios y aprendámonos las reglas. Así, todos nos beneficiamos.
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