El pesado vehículo que era conducido por Cirilo Barreno Álvarez, de 50 años, le pegó primero al Toyota Tercel con placa 091299, conducido por Marta Puga. Luego impactó por detrás al Nissan Sunny, con matrícula 365803, en donde viajaban Fabio, de 59 años, y Gladys Fernández, de 58. Del fuerte golpe, el Sunny golpeó a un Toyota Land Cruiser de la empresa Servicios Kima S.A. que evitó que el sedán se fuera por un barranco.

Seguidamente, la mula chocó al taxi Toyota Corolla, con placa 8RI-3489, conducido por Ricardo Bethancourth. El tráiler dejó atrás al taxi y arrastró varios metros a un Honda Odyssey, donde viajaban una mujer adulta y dos niñas. En ese instante también afectó a una Toyota Rav 4, la cual terminó en una cuneta.

Esto ni siquiera detuvo la marcha de la mula, ya que antes de hacerlo arrastró a estos autos, a los que pasó a la vía contraria y dejó en la entrada de la barriada Princesa de Gales, finalmente se detuvo en la entrada de la barriada El Rocío.

En su defensa, Barreno dijo que venía suave cuando la fila de carros se detuvo, por eso se tiró al paño contrario para tratar de esquivar a los vehículos. Sin embargo, testigos manifestaron que Barreno venía en franca regata con otro camión de Transportes Botello, por eso no tuvieron tiempo de frenar a tiempo.

Curiosamente el conductor del equipo pesado de Transportes Botello, con placa 527875, que se estrelló contra un árbol, dijo que cayó en la cuneta por estar mirando el accidente. En todo momento negó estar involucrado en la colisión. Aunque parezca insólito, otra mula, con placa 368848, que se había estrellado contra la cuneta frente a la barriada El Palmar, fue la que originó el tranque que sorprendió a Barreno.

Este violento choque dejó 7 personas heridas de las cuales solo una menor de edad, que viajaba a bordo del Honda Odyssey, fue la más afectada.

La pequeña tenía cortaduras en su rostro, los demás heridos sufrieron síndrome de latigazo y algunos golpes. Todos fueron trasladados al Hospital San Miguel Arcángel.