El tanto del delantero del Arsenal, pleno de olfato goleador, llegó en una jugada aislada y fue premio excesivo para los "bleus", tras un encuentro en el que los dos equipos estuvieron nerviosos y neutralizaron mutuamente el poco fútbol que dejaron en el campo.

Ahora Francia tiene abierta la puerta de la clasificación y el próximo 8 de octubre podría asegurarse la primera plaza del grupo contra Suiza.

A Irlanda le salió bien el plan para aislar a Zidane y el madridista estuvo menos presente que en las dos últimas confrontaciones con la selección francesa. El capitán francés abandonó cojeando el terreno de juego a los 70 minutos, tras un intento de recuperar la pelota que le costó una tarjeta amarilla.

Con Zidane más tapado, el mejor francés fue Makelele, que se convirtió en un baluarte del centro del campo.

MAL JUEGO
Los irlandeses apostaron por su fútbol de balones largos colgados al área, una fórmula que no dio resultado.