Un ingreso extra. Yadira Caballero, junto a su esposo y uno de sus hijos, son parte del proyecto agroforestal El Madroñal, en Chilibre, en donde siembran y venden semillas de plátano. Ellos son miembros del comité que es parte del proyecto de conservación de la biodiversidad que gestiona la USAID.
Esta familia se reparte las labores junto a otros integrantes del comité. Ahí el trabajo es arduo, pues la semilla de plátano de variedad Curare enano, que se produce en viveros bajo técnicas especiales, genera 20 mil plantones al año.
Estos granjeros utilizan la técnica del Cormito, que es extraer de la planta madre del plátano las semillas o hijos, los cuales tienen el tamaño del puño de un hombre.
Una vez que sacan el Cormito lo echan en bolsas plásticas especiales, luego son cubiertas con 50% de tierra, 30% de cascarilla y 20% de abono. Una vez sembrada la planta, sólo hay que esperar 15 días para que empiece a crecer. Mientras los Cormitos están en el vivero, son regados mediante la técnica de aspersión. Todo ese procedimiento lo hace Yadira, quien no vaciló en hacer las demostraciones de lo aprendido, y aseguró que a fin de año reparten entre los socios lo que obtienen de las ganancias. Además, afirmó que cuando ella está en la finca, es como una terapia para desestresarse.
En total son nueve familias las beneficiadas, quienes venden estos plantones a 75 centavos, mientras que los plátanos que producen en la finca los venden a dos por 25 centavos. El resto de la cosecha lo reparten entre los miembros.
Ellos han sabido aprovechar lo aprendido, y esos conocimientos los han pasado a sus hijos para que el negocio se extienda.
PRODUCCION
5,000 mil plantones es lo que producen cada tres meses, alcanzando una cifra de 20,000 mil matas por año.
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