Hola, Moza, mi problema es el siguiente, tengo un chico que como se dice en buen panameño, lo tengo comiendo en la palma de mi mano, pero yo, a pesar de que soy una mujer mayor, que no sé qué me pasa, tenemos año y medio en este relajito de que nos gustamos. Él es quien me visita, se arriesga, pero yo no movía un dedo y en el fondo aunque él diga que no tengo ningún interés por él, no es cierto me estoy muriendo por ser suya.
Agradezco que me lo haya dicho en estos días, pero todavía no hay nada en serio en el sentido que todavía no somos novios, porque él me dice que tiene mucho miedo a caer en las relaciones y créeme, yo también estoy en esa línea y lo apoyo 100%, pero aún no nos hemos besado, por ese temor a no pasarse del beso y creo que ya no aguanto más.
El es evangélico y es un chico con los pies sobre la tierra, pero necesito que me des un consejo, porque ambos nos morimos por darnos un beso. Moza, cómo lo ayudo, me arriesgo al beso tomándolo como una terapia para ver qué pasa, ayúdame por favor que no quiero perderlo.
Lo mas lindo de todo es que es el tipo de hombre que tanto le pedí a Dios. Te lo digo porque tengo una niña y me acepta con mi hija y créeme me siento súper bien cuando estamos juntos y ella también se siente bien. Ayúdame, él tiene 28 años y yo 31.
ES CUESTION DE DECISIóN
Hola, por todo lo que me has contado me parece que lo de ustedes es un problema de decisión. Yo creo que ya es hora que pongan de su parte ambos, si en verdad se quieren, pues de lo contrario no llegarán a nada serio.
Te digo esto, porque yo creo que si a ti te gusta ese chico y él siente lo mismo y también quiere a tu hija, es justo que se den una oportunidad y dejen de estar esperando que alguien les diga cuándo y dónde empezar.
Analiza, la edad no es un problema, si a él le gustan las mujeres mayores y a ti los hombres menores y ambos no tienen problema por eso, qué importa lo que diga la gente. Otra cosa, dile a ese chico que no todas las relaciones son iguales, así que dile que deje el miedo. Si ves que no se atreve a besarte, tendrás que dar el paso tú. ¡Suerte! |