Cada vez que llueve rezan para que no ocurra una desgracia, ya que temen que en cualquier momento caigan pedazos de tierra sobre las casas que quedan en la parte de atrás de la loma.
Estudiantes, maestros y vecinos de la escuela Gaspar Octavio Hernández, en San Cristóbal, corregimiento de Juan Díaz, temen por sus vidas, ya que la erosión se ha comido el terreno donde está ubicado este centro de educación primaria, quedando prácticamente en un gran precipicio.
Guillermina Chacón, directora de la escuela, dijo a DIAaDIA que en el área amenazada hay tres salones, el baño de las niñas y el comedor.
Lo peor es que la canaleta se les oxidó y, por ende, el agua brota por el agujero con mayor fuerza, lo que incrementa más los riesgos, ya que permite que crezca el daño.
El trabajo cuesta B. 2,800, según avalúos hechos por el Ministerio de Educación.
La educadora reconoció que éste sería un paliativo, puesto que lo ideal es que trasladen la escuela a otro lugar, porque no desean que les ocurra una tragedia, como la que se vivió en el Corredor Norte, donde murieron tres niños.
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