Hastroalberto, residente en La Gloria, en el corregimiento de Betania, era apreciado por la comunidad por su don de gente y por ser un buen vecino.

Un disparo impidió que quienes lo querían pudieran seguir disfrutando de su presencia.

Muchos fueron los esfuerzos para salvarlo, pero la magnitud de la herida impidió la resucitación.

El infortunado era jubilado de la antigua Zona del Canal y era considerado como un excelente trabajador.

Al momento de su deceso, contaba con sesenta y seis años.

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