Lo primero que les puedo contar es que ahí la conocen como: "Zachiri".

Al llegar, nuestro contacto nos indicó en qué salón estaba la denunciante, subimos y empezamos a buscarla, porque queríamos su versión. Una de sus compañeras nos dijo: "Ella tiene una camisa amarilla y unos lentes grandes, es gordita". De repente, otra dijo: "¡Allá va!". Cuando miramos, la chica había pegado esta carrera por las escaleras, como si hubiera visto al mismísimo demonio. Todavía yo no entendía lo que pasaba, pero luego recordé, ¡mi nota se va! Así que le dije al fotógrafo "vamos", y ahí íbamos los cuatro: el fotógrafo, el conductor, otro colega mío y, por supuesto, yo. Un escalón, otro, y otro, y la chica no paraba, ella seguía corriendo junto a un amigo suyo.

A los pocos segundos, "Zachiri" se convirtió en el "correcaminos" y empezó a correr otra vez, al mismo estilo de la cómica.

La cuestión es que yo me le acerqué también corriendo y le pregunté algunas cositas. Ella, con un aire de diva, no me dijo nada, ¡nanai, nanai!

SE METIO AL BAÑO
A la chica se le prendió el foco y, para escabullirse, se metió al baño de las mujeres. ¡Áyala vida! El Presidente del Centro de Estudiantes, Miguel, fue con unos chicos a sacarla del baño.

Oigan, eso me recordó a Floricienta y a Paulina Rubio cuando vinieron a Panamá; tenían más guardaespaldas que la misma J.Lo o Britney. ¡Jooooo! Sí, así era y todos los tipos la tapaban, mientras ella se escondía al estilo Hollywood, repitiendo: "No tengo nada que decir, hablen con mis abogados". ¡Lástima! Sólo queríamos su versión después de los hechos de ayer, porque si fue acosada, hay que escucharla.