Lo que pasa es que la semana pasada, el músico apareció bebido para la filmación y tuvo que ser ayudado por el director Gore Verbinski, que canceló su llamado hasta que Keith se recuperó completamente. ¡Ah! El músico reclamó la decisión del cineasta, alegando que escogieron a la persona equivocada para actuar en el filme si esperaban que él fuera "un alma de Dios".