No existe mejor forma de comenzar esta noticia llena de gloria, que al mejor estilo del colonense Celestino "Pelenchín" Caballero, con unas líneas de su próxima canción de reggae: "Quién dijo que en Tailandia no se puede ganar, Pelenchín vino aquí y lo pudo lograr".
A pesar de que eran las 2: 46 a.m. en Tailandia, "Pelenchín" se tomó su tiempo para cantar. En ese momento, lo que menos le importaba era la hora, porque él quería compartir con todo Panamá su felicidad por haber conquistado el título Súper Gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
En un hecho que debe ser catalogado como uno de los más grandes del pugilismo nacional, Caballero destronó al tailandés Somsak Sitchatchawal en su propia casa y ante su propia gente, la madrugada de ayer.
Pero no fue una victoria cualquiera. "Pelenchín" ganó por nocaut técnico en tres asaltos, sabiendo quizás que últimamente en Tailandia sólo se gana por la vía del cloroformo.
Fueron tres caídas que se produjeron en el tercer acto, las cuales fueron suficientes para que el árbitro le pusiera punto final a la masacre.
"Le doy gracias a Dios porque Él fue el que me guió a la victoria. Ya no soy más el campeón interino, ahora soy el campeón absoluto de las 122 libras de la AMB", dijo con voz entrecortada Caballero, quien agregó que "esta victoria se la dedico a Dios, a mi familia, a mi apoderado, Rogelio Espiño, y a la memoria del que fue dirigente de boxeo en Panamá, Bolívar Icaza".
HABLA LA ESPOSA
Si "Pelenchín" estaba lleno de alegría ayer en Tailandia, acá en Panamá brincaba en un sólo pie Mitzelda Amaya, esposa del único monarca mundial que hay en estos momentos en Panamá.
"Desde que era la 1: 00 a.m. comencé a rezar. Mientras oraba no paraba de llorar, porque quería que mi esposo cumpliera su sueño. Gracias a Dios, pudo conquistar el regalo que le prometió a su hijo Jaik, quien cumplió nueve años el domingo", comentó.
En la voz se le notaba a Mitzelda que aún estaba emocionada.
"Cuando eran las 5: 30 a.m., recibí la llamada de mi esposo. Desde que sonó el teléfono sabía que había ganado. Él no paró de gritar que había ganado por nocaut", expresó.
PURA FELICIDAD
Otro que no cabía en el pellejo por la victoria de "Pelenchín" Caballero, era el presidente de la Cuadra Los Rockeros, Rogelio Espiño.
"Ésta es una victoria al esfuerzo, al sacrificio y a la dedicación. Estoy muy contento, porque Celestino Caballero le ganó a un boxeador que había sido nombrado en Tailandia como el atleta del año 2005", precisó.
FIN DEL MALEFICIO
Un púgil panameño no ganaba en Tailandia desde el 5 de noviembre de 1981, cuando lo hizo Hilario Zapata sobre el tailandés Netrnoi Sor Vorasingh (nocaut), en una defensa de su cetro Mosca del CMB.
ASALTO TRAS ASALTO
1: 00 Las siguientes líneas quedarán grabadas para siempre en el corazón de los panameños. Es el relato histórico del propio Celestino "Pelenchín" Caballero, de lo que fue su pelea en Tailandia.
2: 00 El combate se realizó en Wat Ban Rai, un templo budista al aire libre en Nakorn Ratchisima, Tailandia, ante unas 5 mil personas.
3: 00 Luego de encomendarse a Dios, Celestino Caballero escuchó el primer campanazo. Con un jab constante, el colonense mantuvo a distancia a su rival, el tailandés Somsak Sithchatchawal. Fue un asalto de estudio, donde no hubo caídas.
4: 00 Impulsados por un resorte, ambos gladiadores salieron más decididos en el segundo round. Caballero comenzó a conectar rectos de derecha, tratando siempre de mantener la pelea a distancia. Luego, cuando faltaba un minuto para que terminara el asalto, Caballero recibió un golpe en el ojo izquierdo que lo hizo retroceder. Al ver su presa herida, el tailandés inició una caza desesperada. Sin embargo, fue Caballero quien al final de ese round terminó siendo el cazador, al poner mal al tailandés con un upper cut de derecha.
5: 00 Con esa puerta abierta, Caballero sabía que el tercer round podía ser el de su consagración. Derechas e izquierdas aterrizaban en la humanidad del tailandés, cuando de repente, se produjo la primera caída. Caballero se fue a su esquina, mientras que Somsak escuchaba la cuenta de protección del árbitro John Coyle. Sólo pasaron siete segundos cuando nuevamente el tailandés estaba besando la lona. Era el principio del final, porque Caballero se había convertido en una fiera. Luego, apareció el upper cut de derecha que fulminó el combate y el que le rompió la nariz al tailandés.
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