Ruiz jamás pensó que una de sus últimas fechorías sería captada por una cámara de seguridad. El propietario del local, lleno de ira, se abalanzó contra Ruiz, quien resultó con heridas de consideración.

Al momento del barullo, la patrulla ciclista pudo controlar la situación, llevándose a Ruiz para la subestación policial, y entregaron a la menor a su abuela de crianza. Después de brindarle atención médica al sindicado, las autoridades acordaron ponerle una sanción de 90 días de cárcel.