Dicen que Rufina Alfaro era una muchacha de Las Peñas (caserío cercano a La Villa de Los Santos) que iba hasta el pueblo La Villa de Los Santos a vender bollos y tortillas. Aseguran que era muy hermosa, de manera que el capitán del ejército español se enamoró de ella.

Se dice que Rufina aprovechó este amor para robar las llaves de los españoles para darle libertad a sus compatriotas que estaban detenidos por revoltosos, los liberó y les dio así el primer Grito de Independencia el 10 de noviembre de 1821.

Pero hasta el momento la existencia de Alfaro no ha sido comprobada, no hay documentos escritos o pruebas fácticas sobre dónde vivió o cuándo murió.