La pollera es un vestido muy delicado, y como tal, se le debe tener un cuidado especial para mantenerla siempre como nueva.
Después de usarla, no es recomendable guardarla almidonada; es decir, debe lavarla y guardarla siempre limpia, de esa manera no se manchará con los residuos del almidón.
Guárdela en una bolsa plástica, preferiblemente de color negro, y coloque unas bolitas de alcanfor.
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